LA UNIÓN Y EL FÉNIX
Si hiciéramos postales con las vistas más populares de Passeig de Gràcia, sin duda una de ellas nos mostraría la esquina superior del Passeig con Diputación, lado Llobregat. Allí se alza, majestuoso, un edificio de planta baja y seis pisos, coronado con una esbelta cúpula rematada por una estatua en la que aparece un joven desnudo sobre una extraña ave. Este curioso coronamiento no es exclusivo de Barcelona, lo encontramos también, entre otros lugares, en Madrid, Córdoba, Bilbao, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Alicante, Huelva, La Coruña, Múrcia, Salamanca, Las Palmas de Gran Canaria, Vigo, Cádiz, Albacete, Valladolid….
El edificio de peculiar remate fue la sede de una de las más importantes compañías de seguros: La Unión y el Fénix español, empresa nacida en Madrid, en 1879, como resultado de la fusión de “La Unión”, fundada en 1856, y “El Fénix Español, Compañía de Seguros Reunidos”, fundada en 1864. La empresa, tras la crisis de Banesto será intervenida por el Estado y se fusiona con el grupo francés AGF (1994) y más tarde el grupo alemán Allianz (1999). Desde sus orígenes y a lo largo de su historia, la compañía tuvo especial interés en amortizar su patrimonio mediante la adquisición de immuebles (en 1964 poseía 68, 46 en España, 16 en Francia y los 6 restantes en Europa y Africa) en los que situaría sus subdirecciones, buscando una proyección propagandística que se conseguía con la adición del emblema de la compañía coronando el edificio. De ahí esa proliferación en tantas ciudades españolas de edificios rematados con tan peculiar escultura.
La elección del nombre y el símbolo no es original de la compañía. En una época, como es el siglo XIX, en que es importante el legado del mundo clásico y en el que son constantes las referencias mitológicas, ya existían compañías llamadas el fénix inglés, francés o austriaco. El ave fénix era una referencia adecuada para una compañía de seguros: el ave fenix es es un ave mitológica del tamaño de un águila, de vistoso plumaje (rojo, naranja y amarillo), fuerte pico y garras que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Se nos presenta como el mejor símbolo de la salvación y la superación de lo catastrófico.
Pero la compañía no se contentaría con la simple representación del ave y añade la figura de un hombre joven, bello, sentado en una de las alas del Fénix y levantando un brazo como si llamara al futuro, detuviera los vientos o saludara a los hombres. Puede que esta adición fuera resultado de fusión de las dos compañías. El cambio motivó que la imagen del Ave Fénix se transformara en la de Ganímedes. El bello y elegante Ganímedes despertó el amor de Zeus que, deseoso de tenerlo junto a sí, lo raptó con la ayuda de un águila y lo convirtió en su copero, obsequiándolo con la juventud eterna. Nuevas metáforas se añaden a la del ave: Ganímedes, símbolo de juventud y una promesa de futuro, sugiere la de la necesidad y bondad que del seguro tendría el ser humano se equipara a la que Zeus sintió por Ganímedes que serviría la bebida de los dioses como la compañía de seguros sirve a sus asegurados.
El diseño definitivo del emblema de la compañía, la escultura con el ave y el joven Ganímedes, fue realizado, en 1911, por el escultor francés Charles René de Saint-Marceaux.
La compañía de seguros se hace presente en las más importantes ciudades españolas y, en 1927, adquiere un solar en el céntrico Passeig de Gràcia, donde piensa trasladar su sede que está entonces en la un entresuelo del número 10 de la calle Trafalgar. Para la erección de la nueva sede se convoca un concurso que se adjudica Eusebi Bona Puig, arquitecto y durante casi 40 años catedrático de la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Nacido en Begur en 1890 y muerto en Barcelona en 1972, Eusebio Bona destacó en sus trabajos por un estilo que ha sido calificado de monumentalista, ya que se trata en general de edificios de dimensiones considerables en los que utiliza un repertorio formal que bebe de los estilos del pasado más grandilocuentes, entre ellos el barroco y rococó francés. Eusebi Bona realizó otros edificios de la ciudad, entre ellos el Palacio Real de Pedralbes, junto con Francesc Nebot (1919-1924), el Palacio de Proyecciones, junto a Francisco Aznar, para la Exposición Internacional en Montjuïc (1929) o el Banco Español de Crédito, hoy Apple-House en la Plaça Catalunya (1942-1947). Paseándonos por Passeig de Gràcia desde el número 21, sede de la Unión y el Fénix español, bajando hasta el número 1, sede del Banesto, se puede apreciar perfectamente la evolución estilística de Eusebi Bona, de un monumentalismo historicista a un monumentalismo austero.
Aparte de por la cúpula, con la marca de la casa, el edificio de Eusebi Bona destaca por por presentar una doble alteración de la normativa constructiva aplicada a los edificios del Eixample: por un lado es más alto, con 59 m., y por otro presenta una fachada de forma redondeada abierta en el chaflán, distinta al resto de los edificios de la zona. Esto responde a la voluntad de monumentalizar el edificio acorde con la voluntad de la burguesía de hacerlo en el Passeig. Formalmente destacan también la composición vertical del edificio, con siete cuerpos, los dos laterales ligeramente salientes. La planta baja se organiza a base de grandes arcos con la puerta de acceso en el centro y el resto, con entresuelo. destinadas a tiendas. El primer piso se concibe con un amplio balcón abalaustrado. Dobles columnas de capitel coríntio unifican la segunda y la tercera planta y sirven de base para ubicar una serie de figuras que representan la industria, la agricultura, las artes y la navegación que son claras alegorias a la actividad y que se unican en la cuarta planta. La quinta presenta balcones metálicos y el último piso se concibe como una especie de buhardila o mansarda de tipo francés, mediante la cobertura con pizarra.
Merece que prestemos la atención a las parejas escultóricas del cuarto piso, realizadas por el prolífico escultor Frederic Marès (1893-1991), autor de otros relieves que ornamentaron en su día oficinas bancarias y hoy se integran en tiendas y hoteles del Passeig. Encaramados en la fachada de la Unión y el Fénix se suceden:
Una mujer con un niño pequeño (la vida)
Una dama con frutos y un hombre desnudo, estarategicamente vestido segando trigo (la agricultura)
Un hombre con un martillo y otro con una rueda dentada (la industria)
Un personaje con un ábaco y una dama (el comercio)
Una mujer con un barco y un barbudo capitán guiando un timón (la navegación)
Un viejo con un esqueleto (la muerte)
El domingo 22 de marzo de 1931 se inaugura el edificio con la presencia de las fuerzas vivas de la ciudad. La Vanguardia lo explica así:
El pasado domingo, a las once de la mañana, se inauguró oficialmente el palacio construido en el paseo de Gracia por la Compañía de Seguros reunidos La Unión y el Fénix Español.
Presidió el acto de la apertura oficial del palacio, donde ha instalado sus oficinas la citada entidad, el capitán general, señor Despujol, a quien acompañaba su ayudante, señor Deus, siendo recibido a los acordes de la «Marcha Real», que ejecutó la banda de la Cruz Roja, que amenizaba el acto.
Asistieron también al acto el señor Azcárraga, en representación del gobernador civil; el señor Lasala, presidente de la Audiencia, el señor García Tornel, en representación del presidente de la Diputación, el primer teniente de alcalde, señor Maynés, representando al Municipio; el comisario general de vigilancia señor de Miguel; el R. P. España, en representación del obispo de la diócesis; el consejo de administración de la compañía; el subdirector en Barcelona y los de las principales capitales de España.
En uno de los salones del palacio se había levantado un altar, donde se celebró la ceremonia de la bendición, por el R. P. España. Terminado el acto religioso, el presidente del Consejo de Administración pronunció breves palabras haciendo resaltar la importancia que para la entidad y para Barcelona tenía el acto, agradeciendo luego a los invitados su asistencia y dando las gracias a las autoridades por haber prestado su presencia a la ceremonia de la inauguración.
Los asistentes al acto fueron obsequiados, seguidamente, con un lunch, celebrándose a las dos de la tarde, con el mismo motivo, un banquete en el Hotel Ritz, al que asistieron unos cuatrocientos comensales, y en el que hicieron uso de la palabra, a la hora de los brindis, el secretario de la subdelegación en Cataluña y Baleares, señor Fernández; el señor Verdú, alto funcionario de la compañía, el decano de los agentes de la provincia de Tarragona, señor Vera; el agente señor Graells, en representación de los de Lérida; el señor Saja, en nombre de los de Gerona; el doctor Vilar, en representación de los farmacéuticos de la entidad; el doctor Aballí, en nombre de los médicos; el señor Farinós, en representación de los inspectores; el señor Fernando, subdirector de Cataluña y Baleares, y por último el señor Iparraguirre, director general de la compañía, quien felicitó a todos cuantos laboraron en España por la solvencia moral y económica de La Unión y el Fénix Español.
Se conserva un documental en youtube de la inauguración, lamentablemente sin sonido.
Fuente: Paseo por Barcelona y Les Passejades de l’Edu.
